miércoles, 6 de noviembre de 2013

¡¡PORFIRIATO!!

La ambición de Díaz por el poder comenzó desde mucho tiempo atrás a que el tomara el puesto de presidente; de hecho en 1867 surgió como candidato la presidencia  ante la derrota se fue a gobernar Oaxaca pero no quedo satisfecho.

                En el año de 1871 se volvieron a celebrar elecciones lanzándose como candidatos Juárez, Lerdo y Díaz ganando de nuevo Juárez  pero esa ocasión se acusaba por fraude dicha victoria esto motivo a Porfirio Díaz a pronunciar el Plan de La Noria con el lema “no reelección” este levantamiento armado fue un total fracaso. Pero aunque Benito Juárez gano lamentablemente en 1872 falleció y aunque por “justicia” Díaz era el más cercano al poder a causa de que en las elecciones la diferencia de votos había sido muy poca, de acuerdo a la constitución el siguiente al puesto era Sebastián Lerdo de Tejeda ocupo la presidencia de nuestro país.

                En las elecciones de 1875 los candidatos para ocupar la presidencia fueron: Lerdo de Tejada, todavía presidente, Díaz y Iglesias. Díaz se opuso totalmente a la reelección de Lerdo  y pronuncio el Plan de Tuxtepec, en 1876 modifico el Plan para “aliarse” con Iglesias. A pesar de eso Lerdo se reeligió, pero, Iglesias se puso en su contra y busco el apoyo de Díaz juntos vencieron a los lerdistas en Tecoac.

                Esta fue la primer muestra de interés total de Díaz; porque al vencer a los lerdistas venció a Iglesias y se proclamó como presidente provisional y entro a la Ciudad de México el 23 de noviembre de 1876. Esto solo fue el largo camino de Porfirio Díaz a su meta, el puesto oficial de presidente, a pesar de sus adversarios Díaz logro lo que quería pero la cuestionante era,  ¿Qué haría ya con el poder en sus manos?.

                Hasta cierto punto su inicio fue correcto, el 5 de junio de 1877 juró como presidente constitucional, consciente de que su poder abarcaría solo 4 años cuando Díaz tomo el poder no encontró otra cosa en el país más que inestabilidad social y económica, simples consecuencias de las guerras contra las intervenciones extranjeras esto limito los grandes sueños de Díaz eso sueños de hacer avanzar a país en gran manera. Su primer periodo presidencial se basó en intentar pacificar al país, bajo el lema “Poca política y mucha administración”

                Se puede reconocer que gracias a Díaz se reanudo la paga de la deuda externa, que Estados Unidos decidiera invertir en nuestro país y el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Francia. Díaz abandono su puesto en 1880 dejando el país en manos de Manuel González, quien, impulso la construcción de ferrocarriles también expidió una ley que cambiaba la moneda de plata por monedas de níquel provocando gran inconformidad.

                En 1884 las votaciones favorecieron a un candidato inesperado, si así es, Díaz volvió a ocupar el puesto de presidente constitucional. Con esto se podría medir el inicio del pofiriato porque después de este año Porfirio Díaz Mori se  ocupó siete veces la presidencia por reelección cayendo en el total opuesto a los ideales con los que llego al dicho puesto por primera vez.

                Claro sería ilógico negar que durante este periodo de inexplicables reelecciones el país no mejoró notablemente en un ámbito económico, pero, cabe destacar este mejoramiento solo era para ciertas clases sociales y para la mayoría su economía decayó más de lo normal. La situación interna de nuestro país se basaba en una justificación absurda; Díaz debía gobernar porque simplemente era el más apto, si así es, se justificaba bajo la teoría de selección natural de Darwin y el positivismo de Comte, muestra de esto era que la forma de administración de Díaz estaba apoyada en un grupo de intelectuales y políticos.

                No ha existido época en la que la diferencia entre clases sociales sea más notoria la riqueza y el gran avance del país, ese concentraba solo en algunas personas , todo miembro del proletariado (trabajadores) era discriminado y explotado con jornadas de entre 12 y 16 horas dándoles como única opción acudir a tiendas de raya porque el sueldo que recibían ni siquiera les proporcionaba lo básico, su situación era pésima ya que habían perdido sus tierras y su trabajo no era propio todos trabajan para alguien y ese alguien disfrutaba las riquezas producidas.

                El lado superficial, o la cara linda del país en dicha época solo la veían los profesionales asalariados, comerciantes, políticos, diplomáticos y por supuesto los inversionistas y hacendaos por ser dueños de la mayor parte del territorio nacional. Quien también disfrutaba de este avance eran los inversionistas extranjeros ya que,  la penetración de capitales extranjeros ayudaban a propiciar la industrialización del país; Díaz fue quien dio todas las facilidades para que pudieran invertir el auge de la industrialización se concentraba en las industrias: alimentaria, cementera, hulera y  textil.

                En esta época también se otorgaron las primeras concesiones a las compañías petroleras (Mexican Eagle Oil, Huasteca Petroleum Co.) también, la minería fue área de gran inversión para los extranjeros convirtiendo a México el país más productor de plata a nivel mundial resurgiendo en dicha actividad las ciudades de Guanajuato, Zacatecas, Taxco, Pachuca, San Luis Potosí etc.

                Con las ganancias producidas por estas actividades  se dio la oportunidad de impulsar al país con el ferrocarril facilitando la conexión de territorios no solo para comercializar si no también como un medio de transporte y comunicación para millones de personas. En el pofiriato se instalaron más de 20 mil kilómetros de vías ferras. La entrada de dinero al país y el aumento de movimientos bancarios provocaron que en 1890 se contara con más de veinte instituciones bancaria, cuando años atrás en 1880, solo existía el Banco de Londres, México y Sudamérica. Provocando esto que México alcanzara por primera vez un superávit, es decir, que los ingresos eran mayores a los egresos.

               
Bibliografía
Garner, P. (2004). Porfirio Díaz, del heroe al dictador, una biografia politica. México: Red de revistas cientificas de latinoamerica.
Rodríguez Aguilar, J. (2013). Historia I. México: Book Mart.
Sierra Campuzano, C. (2009). Historia de Nuestro Tiempo. México: Esfinge.

Vásquez de Knauth, J. (1975). Historia de la Hitoriografia. México : Utopía.

Entonces...¿héroe o villano?

Después de leer más de un juicio hacia Porfirio Díaz…no queda otra opción que  crear mi propia opinión hacia dicho personaje tan importante. En lo personal veo a Díaz como un héroe para el país si, tal vez duro mucho tiempo en el gobierno y se contradijo pues llego al poder a través de su negación a las reelecciones pero dicen que “solo los sabios cambian de opinión”.

Díaz le dio un impulso económico a nuestro país impresionante  es lógico que la riqueza no podía ser para todos. Porque por ejemplo los obreros no invertían las cantidades de dinero que invertían los extranjeros o incluso los mismos hacendados. Tal vez yo tenga esta visión de Díaz porque no soy tan fan de la igualdad de clases, es que seamos realistas si todos ganáramos lo mismo, todos viviéramos bajo las mismas condiciones, todos tuviéramos lo mismo ¿Quién haría los trabajos “sucios”? 

Es simple al comparar el gran beneficio que obtuvo el país gracias a la gran cantidad de vías ferras gracias a Díaz es impresionante pensémoslo así, si en cada capital había una estación de ferrocarril ¿cuántos empleos se produjeron? Así es fueron muchos los empleos producidos es por eso que yo insisto en que Díaz fue un HÉROE.